jueves, 28 de febrero de 2008

Funcionamiento del diferencial







encontrados por Orco.

De toda la vida 4x4 = 16

Crítica ecológica a una campaña ecologista


Es una pena que la imprescindible sensibilidad ecológica se desvirtúe, hasta el absurdo, cuando se contamina por la ligereza del marketing circundante. Un reciente informe de Ecologistas en Acción sublima sus conclusiones en el impactante eslogan "4x4 = - PLANETA". Es la punta de lanza de una intensa campaña de concienciación sobre la supuesta amenaza ecológica de los vehículos 4x4, cuyo incremento de ventas es evidente.

Lo primero que me viene a la mente es que, al parecer, una tecnología como la tracción integral, desarrollada durante décadas para adaptar los vehículos al terreno, y no al revés, estaba alejándose, sorprendentemente, de lo deseable, que no era otra cosa que las bien pavimentadas - y urbanizadas - carreteras, autovías y autopistas.

El informe nos habla de proteger el "medio natural". Una consideración extraña, ya que reconoce también que la mayoría de los 4x4 no salen de la carretera. Confiemos en que no sea para desentenderse del medio urbano. En ese mismo principio falaz se escudan quienes practican una política de hechos consumados con respecto de cualquier atropello urbanístico, puesto que el "medio natural" que fue ya no es tal y, por tanto, ya no necesita ser protegido. Demos por hecho que todos entendemos, incluso Ecologistas en Acción, que la Tierra es un todo y no un conjunto de espacios aislados entre sí.

Por supuesto, una óptica verdaderamente ecologista debería, en mi opinión, analizar el comportamiento de los ciudadanos, personas e instituciones, antes de calificar y juzgar a objetos y productos. Es decir, distinguir claramente entre actos sostenibles e insostenibles. Por otra parte, y aún ciñéndonos, sólo, a la calificación que merecen los vehículos en sí, el informe es un absoluto desastre. Para empezar, porque no llega a definir siquiera las categorías de vehículo de las que habla. ¿Qué es un 4x4? ¿Y un todoterreno? ¿Y un todocamino?

En todo caso, si entramos en esta cuestión, habremos de mirar a los ojos del fabricante, no a los del usuario, que suele ser la víctima de la publicidad de aquél. En este sentido habría que preguntarse si la política fiscal emergente está bien orientada, o simplemente, va por el camino fácil. Pero, aún más, ¿es sostenible un coche, y por ello, exento de penalización fiscal, porque emita más o menos gramos de CO2 por kilómetro, medido además en condiciones de laboratorio? Este enfoque es peligrosamente simple y sólo se puede entender como instrumento recaudatorio de fácil aplicación, no como el resultado de un análisis ecológico serio. A pesar de ello, Ecologistas en Acción se expresa como si fuera el ponente de la nueva fiscalidad - ¿lo es? -, muy lejos de la necesaria actitud crítica hacia la nueva ley. Me cuesta creer que ningún ecologista reconozca en ella un logro destacable.

Ni el consumo de energía ni la emisión contaminante, cuantificadas por kilómetro, nos dice mucho. Comparemos dos ejemplos. Por un lado, una familia de cuatro miembros que usa, a todas horas, sus tres coches en la atascada gran ciudad, - todos ellos por debajo de los 120 g/Km de emisión de CO2, es decir, exentos del nuevo impuesto- y que, además, viaja, a menudo, en avión. Por otro, una familia de cuatro miembros, que se desplazan siempre en transporte público o bicicleta, y cuyo único coche, un 4x4 que emite 250 g/Km de CO2, se utiliza, una vez al mes, para hacer turismo rural y senderismo, mientras los pequeños aprenden a amar la naturaleza y a comprender sus delicados equilibrios.

Es obvio que la valoración ecológica de cada caso no puede hacerse atendiendo al índice de emisión de los vehículos. La preocupación por la sostenibilidad ha de atender a la contaminación y al consumo energético que cada persona o entidad provoque con sus actos, sumados a los beneficios o perjuicios ecológicos que aporten éstos. Si además, computáramos aquellas acciones que inciden sobre la renovación de la cultura ciudadana hacia su compromiso definitivo con la ecología, es decir, los actos que resultan educativos, el coche del último ejemplo debería ser primado y no penalizado.

Resulta mucho más significativo dsitinguir entre vehículos más o menos eficientes en el aprovechamiento de la energía. Es un hecho que, para el mismo trabajo y rendimiento - peso transportado en personas o mercancías, distancia recorrida y tiempo empleado - unos consumen más que otros. Lo mismo podemos decir de las emisiones contaminantes. Cabría penalizar, por tanto, a los vehículos que no alcancen un determinado índice de eficiencia. Es verdad que el informe, pese a la simpleza de sus conclusiones, incorpora, aunque muy de pasada, esta consideración. Pero no dice nada que las propuestas legislativas no hayan incorporado ya. Si hiláramos más fino, como debería haber hecho Ecologistas en Acción, habría que evaluar también la eficiencia en sí del transporte utilizado, puesta en relación con las necesidades reales de desplazamiento y velocidad de cada caso. Obviamente, no es lo mismo utilizar un helicóptero para trasladar a un herido grave al hospital que un gran turismo para ir de compras diariamente. Como no es lo mismo desplazar víveres en barco a una isla golpeada por una catástrofe que llevar caviar en un yate a una escondida cala paradisíaca.

Asimilar el 4x4 así, engeneral, al perjuicio ecológico, además de lo ya expuesto, supone confundir al consumidor, culpando a un desarrollo técnico muy loable, como es la tracción alas cuatro ruedas, de la contaminación incontrolada y la agresión medioambiental, de la que puede responsabilizarse igualmente a motos, turismos, camiones, furgonetas, quads, pickups, aeroligeros, reactores y a cualquier motor que consuma energía no renovable o emita residuos no inocuos. Mejor dicho, a los usos que de ellos promovamos. Es imprescindible denunciar y perseguir los comportamientos insolidarios o insostenibles. Todos y sólo ellos. Generalizar la presunción de antiecologismo a todo usuario de 4x4 es tan injusto como estúpido, pues Ecologistas en Acción se acusa, con ello, a sí misma. Pero volvamos al informe y puntualicemos un poco más.

Respecto de la seguridad, no cabe mayor disparate que la - ¿cándida? - comparación que los autores del informe nos ofrecen entre los distintos tipos de tracción, sin atender al tipo de terreno ni al tipo devehículo, ni a su estado. Un todoterreno es menos seguro que un turismo, sí. Pero sólo en vías rápidas asfaltadas. Se omite señalar que en caminos sin pavimentar o deslizantes sucede justamente lo contrario, sin mencionar que la mayoría de todoterrenos no pueden rodar nunca a velocidades elevadas. No he dicho 4x4 porque, y este es otro olvido imperdonable del informe, existen turismos 4x4, no todoterreno, que son , en todo caso, más seguros que sus homólogos de tracción a dos ruedas, también en carretera.

Según se desprende del informe, los caminos rurales se estropean con el paso de carros y vehículos, pese a que, sin embargo, son ellos los que los han mantenido abiertos con su paso,durante siglos, hasta ahora. Eso sí, el informe pasa por alto los tractores, seguramente inocuos, siempre que no sean 4x4, claro. Una excepción necesaria, quizá. Es de suponer que, de paso, acabarán siendo excepción los coches todoterreno de cuantos caciquean las comarcas para su explotación y disfrute en exclusiva, no siempre en condiciones legales.

Son muchas las muestras de insolvencia del informe, como, por ejemplo, ignorar que la erosión del suelo es uno de los efectos del deslizamiento de los neumáticos, lo que sólo un 4x4 puede evitar en firmes no pavimentados. O temer que los todoterrenos "formen surcos" en los caminos, olvidando que cualquier tractor medio de uso agrícola o forestal puede triplicar su peso. O como la insólita mención a los puentes romanos. Según el informe, éstos podrían dañarse, ya que no fueron concebidos para el peso de un todoterreno. Sobra aclarar que, todavía hoy, hay muchos tramos de carretera en Europa donde los vehículos pesados, aún más pesados que los tractores, han de desviarse precisamente por el puente romano, única vía capaz de soportarlos.

¿Por qué un documento, supuestamente informativo y objetivo, está lleno de tan abultados errores y tan graves omisiones? Resulta despectivo para los ciudadanos a los que pretende alertar y para los ecologistas que tanto han luchado para que la sociedad les tenga en cuenta. Con tan gruesos trazos y con teorías del punto gordo no será cómo avancemos en la necesaria concienciación sobre los problemas medioambientales. Falta saber qué lleva a una institución supuestamente seria a intentar adoctrinar a los consumidores con semejante ligereza e imprecisión.Ver los relucientes pickups 4x4 rotulados con el logo de Ecologistas en Acción en las áreas rurales no ayuda a despejar dudas, sino que las aumenta.

Lo único cierto es que estamos dañando el planeta de forma alarmante y que, puestos a simplificar, ya que las carreteras dañan el planeta y los coches que no son 4x4 las necesitan, ¿porqué no haber concluído, con la misma necedad, que 4x4 = + PLANETA ?

Seamos responsables, claro que sí, de una vez por todas, con los medios de transporte que utilizamos. Y con los medios de comunicación, que también pueden contaminar, y mucho. La desinformación es siempre peor que la falta de información. "Lo ecológico vende", se nos dice en el informe, señalando acusadoramente a la publicidad irresponsable. Nada más justo. Pero, paradójicamente, Ecologistas en Acción nos obsequia con una campaña preñada de los mismos vicios. Como en la de cualquier producto milagro, también se justifica a sí misma mediante un sesgado y supuestamente sesudo informe. No seré yo quien juzgue la intencionalidad de semejante desatino, pero, por el bien del planeta, como simple ciudadano preocupado por la peligrosa espiral en que nos encontramos, me gustaría que, al menos en temas tan relevantes, no caigamos en la mercadotecnia fácil de la frase ingeniosa, o perderemos la limitada credibilidad que tanto ha costado alcanzar frente a tantos intereses antiecológicos. Si invertimos la vieja consigna y nos dejamos llevar por un absurdo "piensa local, actúa global", estamos perdidos.

Enlaces Relacionados:
Ecologistas en Acción
Campaña anti 4x4
AUTT Asociación de Usuarios del Todo Terreno

Texto de Eduardo Lowenberg.

lunes, 11 de febrero de 2008

Mitsubishi: donde nadie te lleva


Donde nadie te lleva es la nueva campaña de Mitsubishi Motors y para promocionarla se les ha ocurrido organizar un concurso con unos premios en forma de viajes más que originales:

* Viaje al Tibet en el tren de las nubes
* Eclipse solar en Groenlandia
* Ver la aurora boreal en Islandia
* Recorrer Irian Jaya en Papúa
* Fiesta de la luna llena en la isla Phi Phi
* Presenciar el deshielo del Perito Moreno

Para participar no hace falta que completes ningún cupón ni compres un coche, sino que simplemente tienes que ir a un concesionario a probarlo…

Y doy fe. Yo probé un Mitsubishi Montero a conciencia (que a punto he estado de comprar y por la excesiva longitud terminé por no comprarlo). Esto ocurrió en noviembre.
Y ahora he sido agraciado por Mitsubishi Motors con un "Viaje al Tibet en el tren de las nubes".

Siempre se piensa que los cuestionarios que se rellenan para sorteos no son reales o luego va gente a dedo y solo sirven para sacar datos de la gente o para estadísticas o se suele pensar mal. En este caso he de dar testimonio de que Mitsubishi ha sido muy serio y ha cumplido lo que anunciaba por lo menos se de uno que se va a ir al Tibet gracias a ellos.

China - De Pekín a Lhasa, el otro Tren de las Nubes

China inauguró el primer expreso al Tíbet, el más alto del mundo



Lo llaman Camino al Cielo. El primer tren al Tíbet, inaugurado hace poco más de un mes por China, atraviesa un auténtico paraíso de montañas heladas y, en su punto más elevado, alcanza los 5072 metros -en los montes tibetanos de Tanggula-, lo que lo convierte en el ferrocarril más alto del mundo.



No por nada debajo de los asientos hay máscaras de oxígeno para cada pasajero, al tiempo que las ventanas tienen un filtro que evita el paso de los rayos ultravioleta (que se hacen más potentes y perjudiciales con el aumento de la altura).

La línea Qinghai-Tíbet, cuya primera etapa comenzó a construirse en secreto en los años 50, cubre la ruta desde Pekín a Lhasa, capital del Tíbet, en un espectacular viaje que cruza China de Nordeste a Sudoeste, y que curiosamente es más corto en la ida cuesta arriba (47 horas y 28 minutos) que en la vuelta cuesta abajo (48 horas).

Mientras el gobierno chino, que invirtió 4200 millones de dólares en su construcción, asegura que la nueva línea sacará al Tíbet de su aislamiento y ayudará a vigorizar su economía (además, se prevé que incremente el número de turistas en 4000 personas diarias), en el Tíbet se interpreta como un paso más en la colonización de este pequeño país ocupado por China desde 1951.

Por otro lado, los ecologistas temen el impacto del tren en los hielos perpetuos o en animales en peligro de extinción. Pekín, por su parte, anunció que para paliar el daño ecológico invertirá 187,5 millones de dólares. Asimismo, las ventanas del tren se cerrarán herméticamente para evitar que se lancen objetos al exterior, sobre todo a su paso por la Reserva Natural de Hoh Xil, hogar del antílope tibetano.